República Dominicana evidencia que ha logrado mejorar los indicadores de pobreza, al disminuir no solo el hambre extrema en un contexto general, sino a través de mejoras en el acceso a servicios básicos que son los que se magnifican en la pobreza extrema o la que se conoce como “pobreza  multidimensional”.

El objetivo 1 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), que manda a poner fin a la pobreza al año 2030, aún está lejos de ser alcanzado. No obstante hay avances en los esfuerzos que se han hecho para llegar en ese objetivo, lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover la agricultura sostenible, que es la meta 2 de los 17 ODS, a los que se han comprometido 170 países con las Naciones Unidas.

La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce que República Dominicana, como muchos otros países de la región,  ha logrado un progreso muy importante en la reducción del hambre y la pobreza. “Eso hay que destacarlo, porque hay que celebrar cuando las cosas se están haciendo bien y no es tarea de un Gobierno, es tarea de un período largo”, aseguró el representante regional del organismo, Julio Berdegué, durante su más reciente visita al país, con motivo de la realización del Decenio de la Agricultura Familiar, en Bávaro, Punta Cana.

Berdegué precisó que la tarea no se ha terminado, porque la meta es Hambre  Cero y falta camino por recorrer, pero es justo reconocer “que la cosa se ha hecho razonablemente bien”.

De hecho, como parte del avance alcanzado, el Ministerio de Economía presenta en su portal indicadores positivos, entre los que se destaca el crecimiento económico promedio de los últimos tres años, de un 5% del producto interno bruto (PIB), el crecimiento del medio circulante, el dinero que se moviliza en la economía y que a julio de este año había superado el 12.3% con relación a julio 2018.

El último informe de seguimiento en el cumplimiento de los ODS, de agosto 2019, aún cuando presenta disparidad entre las regiones y las zonas de residencia de los dominicanos, tanto en acceso a trabajo como a acceso a salud, escolaridad promedio y analfabetismo, señala que la mayor disparidad radica en la alta concentración de ingresos, al igual que en los demás países de la región de América Latina. Proyecta que para 2020 se aproxime a la meta prevista para ese año. También destaca que aún cuando los niveles más altos en el índice de desarrollo humano por provincia (IDHP) se concentra en siete provincias del país, se ha avanzado significativamente en el programa República Digital, en cuanto al acceso a servicios a la ciudadanía, ofreciendo una reducción de costos a la población con programas como el Data Center.

Ingreso medio alto

Para el ministro, Juan Ariel Jiménez, en lo que respecta a la pobreza monetaria, por ingresos, esta se ha reducido significativamente en República Dominicana, “fruto de las mejoras en los ingresos reales”.

No obstante, precisó que eso no quiere decir que pueden solventar todos sus gastos, sino que esas familias han superado la línea de pobreza extrema, los que también han mejorado de manera significativa.

Todavía quedan retos pendientes, como por ejemplo el tema de los servicios básicos. “Pasamos de un enfoque de pobreza monetaria a pobreza multidimensional y podemos ver que quedan muchas familias donde sobre todo dos factores inciden mucho, acceso a agua potable y saneamiento”.

Y, por tanto, el Fondo de Cohesión Social está orientado a los municipios para atender los elementos de mayor incidencia en la pobreza multidimensional, para lo cual hay un fondo de RD$150 millones, con la finalidad de pasar los ODS al territorio, con el apoyo del PNUD,  dijo.