El proyecto OPENQKD tiene el objetivo de crear una red europea de criptografía cuántica como primer paso para, en un plazo de 10 años, contar con una red cuántica de comunicaciones en Europa. Esta red de comunicaciones aumentará la seguridad de aplicaciones críticas en campos como las telecomunicaciones, la atención médica, el suministro de electricidad y los servicios públicos.

Este proyecto es europeo y acaba de lanzarse. En él participa el Grupo de Investigación en Información y Computación Cuántica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). en España. El proyecto, liderado por el Instituto de Tecnología de Austria (AIT), está formado por un consorcio internacional de 38 miembros.

El proyecto OPENQKD (Open European Quantum Key Distribution Testbed) quiere lograr un cambio en la forma en que vemos, entendemos y usamos la comunicación cuántica. Su objetivo principal es crear y probar una infraestructura de red de comunicación que incorpore la tecnología cuántica. Para ello se va utilizar la denominada Distribución Cuántica de Claves (QKD en sus siglas en inglés), una forma de cifrado que permite la transmisión de datos con un nivel muy alto de seguridad basándose en los principios fundamentales de la mecánica cuántica. Los resultados del proyecto sentarán las bases para la implantación de una infraestructura de comunicación cuántica paneuropea que utilice soluciones tanto vía satélite como terrestres. Los objetivos del proyecto se alinean con los planes que recientemente han anunciado la Comisión Europea y varios países de la UE para trabajar juntos en el desarrollo de una infraestructura de comunicación cuántica que enlace las regiones y ciudades de Europa.

“Las tecnologías cuánticas empiezan a estar lo suficientemente maduras como para que algunas de ellas den el salto al mercado. La Distribución Cuántica de Claves es una de las más avanzadas”, opina Vicente Martín Ayuso, responsable del Grupo de Investigación en Información y Computación Cuántica (GIICC) del Centro de Simulación Computacional y la ETSI Informáticos de la UPM y miembro del proyecto OPENQKD. “Su integración en las redes de comunicaciones y el ecosistema de ciber-seguridad es uno de los retos pendientes”, continúa, “y vamos a trabajar para que se incorpore en las aplicaciones cotidianas”.