Tigres del Licey y Águilas Cibaeñas se reparten la mayoría de los fanáticos seguidores del béisbol dominicano y para muestra es que los seguidores de ambos conjuntos han abarrotado los primeros partidos de la serie final.

Pese a los altos costos de las boletas, que para esta final subieron más de un 20 por ciento, y que cuando son compradas al famoso mercado negro suben hasta un 200 por ciento, la fanaticada se ha dado cita en masa a los Estadios Cibao, de Santiago y Quisqueya, de esta capital.

Nueva vez Listín Diario pone el corazón en las gradas del parque Quisqueya y hace la siguiente pregunta ¿Por qué son liceístas o aguiluchos?

Entre las tantas versiones de los fanáticos existe que son seguidores de esos dos equipos populares, unos por tradición, otros por llevar la contraria a sus padres, amigos o parejas.

Samantha Rosario, 32 años. Liceísta
“En mi caso, mi padre es aguilucho, mi madre escogidista, por lo que para llevarle la contraria a ambos me fui por el azul. Luego con los años me encantó el tigre, por lo que soy sangre azul. Vengo al play cada vez que puedo porque me encanta como mi equipo renace como el ave fénix”.

Juan Carlos Martínez, 47 años. Aguilucho
“Soy cubano, pero desde muy pequeño vine a este país, especialmente a Santiago. De ahí me comencé a enamorarme de las Águilas, yendo a ver los juegos de ese equipo en el Estadio Cibao, en un matrimonio sin divorcio, tanto así que mis hijos todos son aguiluchos. Luego, me vine a vivir a la capital y he seguido con mi amor por este equipo, y que mejor que compartir con mi familia este sentimiento amarillo”.

Milcíades Núñez, 42 años de edad. Liceísta
“Soy liceísta desde muy chiquito, porque mis padres me llevaban al play a apoyar este club. Es un equipo que me ha hecho gozar por mucho tiempo. Licey es un equipo que aunque está abajo los fanáticos mantenemos la esperanza de que pueda resurgir y ganar. Además, es el equipo glorioso que ha dado mucha satisfacción al pueblo dominicano”.

Rubén Darío Cedeño, 47 años. Liceísta
“Mi liceismo viene de tradición, de familia, además que siempre los fanáticos del Licey nos sentimos campeón permanentemente. Soy liceísta desde muy pequeño, siempre vengo al estadio. Aquí se vive un ambiente sano donde se puede compartir con la familia decentemente”.