El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, le dio ayer martes un claro respaldo al ministro de Justicia, Sergio Moro, frente a las sospechas surgidas sobre su actuación como juez en el proceso que llevó a la cárcel a Luiz Inácio Lula da Silva.

Bolsonaro, el mayor antagonista político de Lula, recibió a Moro para una reunión privada en su residencia oficial y luego juntos embarcaron en una lancha para atravesar el lago Paranoá de Brasilia y asistir a una ceremonia en la que el ministro fue condecorado.

Aunque no hizo declaraciones públicas, Bolsonaro respaldó así a Moro ante un escándalo surgido de mensajes obtenidos por el portal The Intercept Brasil que el ahora ministro de Justicia intercambió, en su condición de juez, con fiscales de la operación Lava Jato en torno al proceso en el que halló a Lula culpable de corrupción.

“Hacker” anónimo Los mensajes, transmitidos por Telegram, llegaron a The Intercept gracias a un “hacker” anónimo que intervino los teléfonos de Moro y algunos fiscales y sugieren que el entonces magistrado pudiera haber orientado algunas acciones de la investigación contra Lula, lo cual está expresamente prohibido por la ley.

La aparición de esos mensajes ha dado alas a la defensa de Lula y al Partido de los Trabajadores (PT), que siempre denunciaron que el expresidente había sido víctima de una “persecución política” y que el juicio en su contra estaba “viciado” y debía ser declarado nulo.

De hecho, el jefe del equipo de abogados de Lula, Cristiano Zanin Martins, subrayó este martes que esos mensajes serán utilizados para “reforzar” ante la Justicia sus solicitudes de “nulidad del proceso”.