La Organización Mundial de la Salud ha informado este pasado lunes de la aparición de un caso de ébola en Goma, la primera gran ciudad a la que se asoma este décimo brote de ébola en la República Democrática del Congo.

El caso podría ser un grave punto de inflexión del brote de la enfermedad ya que el riesgo de propagación es muy alto, tanto dentro como fuera de país, ha asegurado el director de la Organización.

Tedros Adhanom Gebreyesus, destacó durante una reunión de alto nivel sobre el tema, que el avance del virus puede contenerse para siempre, pero solo si se mejoran los sistemas de salud y se aborda la inseguridad y la inestabilidad en el país.

“Desde enero, ha habido 198 ataques a centros de salud y han asesinado a 7 trabajadores humanitarios. Cada ataque nos retrasa para vacunar, cada ataque le da al ébola una oportunidad para multiplicarse”, dijo Tedros.

El fin de semana pasado dos trabajadores sanitarios que hacían parte de la respuesta contra la enfermedad fueron asesinados a tiros dentro de sus propias casas.

“Necesitamos el apoyo político de todas las partes y de la comunidad para que los nuestros puedan hacer su trabajo de manera segura y sin interrupciones. Esta es la única manera de evitar que el virus continúe propagándose”, dijo Tedros, quien también anunció que volverá a convocar al Comité de Emergencias lo antes posible para evaluar el desarrollo más reciente de la crisis del ébola y aconsejarlo en consecuencia.

Las áreas de las provincias de Ituri y Kivu del Norte afectadas por el ébola se caracterizan por una infraestructura deficiente, inestabilidad política y un conflicto en curso que involucra a decenas de grupos de milicias armadas y la desconfianza comunitaria de las autoridades nacionales hacia los forasteros.