Los riesgos de problemas del crecimiento fetal, que aumentan en  mujeres que fuman durante el embarazo, se pueden reducir tomando ácido fólico, según un reciente trabajo realizado por investigadores norteamericanos.

El ácido fólico forma parte del grupo de vitaminas B y se utiliza desde hace años para prevenir defectos del tubo neuronal que pueden causar anomalías en el desarrollo del cerebro y de la médula espinal del futuro niño. Sin embargo, en el caso de futuras madres fumadoras y para proteger la salud del feto, según el estudio, las dosis ácido fólico deben ser cinco veces más altas, más de 4 mg/día.

Según el doctor Jan Tesarik, médico científico y coordinador de varios programas de investigación sobre los efectos nocivos del tabaco en gametos y embriones, realizados en la Clínica MARGen y la Universidad de Granada (España), “El estudio deja problemas sin resolver”.

El primero es que, a pesar de todas las recomendaciones, entre el 12 y el 14% de mujeres españolas embarazadas (aproximadamente la mitad de las que fumaban antes del embarazo) siguen fumando. El segundo es saber si inhalación pasiva del humo de tabaco por embarazadas puede provocar efectos similares. Además, se  sabe que los cigarrillos electrónicos tienen efectos muy parecidos, y otro tanto ocurre con la  exposición a varios contaminantes medioambientales.