Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS-La Fe) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), dependiente del Instituto de Salud Carlos III (España), ha desarrollado un nuevo método no invasivo para ayudar a la detección precoz y seguimiento del cáncer de vejiga.

 

El método está basado en el uso de lenguas electrónicas voltamétricas; se trata de una tecnología de bajo coste, cuya aplicación podría contribuir a detectar la patología en sus fases más tempranas, con una pequeña muestra de orina. Además, el procesamiento de las señales puede realizarse inmediatamente mediante un ordenador personal, con lo que los resultados son instantáneos y su aplicación reduciría así los tiempos de espera del diagnóstico.

 

Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), en España se diagnostica unos 12.200 casos anuales de cáncer de vejiga; 357.000 en todo el mundo. La incidencia en nuestro país es de las más altas del mundo; es el cuarto tumor más frecuente en hombres, tras los de pulmón, próstata y colorrectales. Y es el quinto tumor más frecuente en hombres en los países desarrollados. Se trata de un tipo de cáncer que, además, presenta una elevada tasa de recurrencia, por lo que tras la eliminación del tumor el paciente será incluido en un protocolo de seguimiento, que de manera estándar suele incluir visitas y pruebas cada tres meses.

 

La cistoscopia y la citología urinaria son las pruebas actuales más utilizadas para el diagnóstico y el seguimiento del cáncer de vejiga. Sin embargo, por un lado, la citología urinaria tiene baja sensibilidad en la detección de tumores de grado bajo, y por otro, la cistoscopia es invasiva, de coste elevado, y su resultado es operador-dependiente. Además, la citología presenta limitaciones en la diferenciación entre inflamación y lesiones malignas, y en el diagnóstico del carcinoma in situ, que es un tumor considerado de alto riesgo de progresión.