Toda crisis, calamidad o en este caso pandemia afecta primordialmente a los seres humanos. No obstante, el entorno donde vivimos también recibe un impacto por estos sucesos y ante las medidas tomadas por los gobiernos del mundo.

Las órdenes globales de aislamiento social para combatir la pandemia de Covid-19 han resultado en un beneficio climático, ya que según han reportado países europeos e inclusive China, esta medida ha provocado que se respire un aire más limpio, situación que también es visible en República Dominicana, donde también se puede percibir una disminución notoria de contaminación acústica.

No obstante, la misma pandemia que ha provocado miles de muertes y contagios a nivel mundial ha traído consecuencias negativas en cuanto a la cantidad de desperdicios y sus formas de recolección, así como una situación que se viene dando en el país: el descuido de las autoridades ante la tala de bosques y demás actividades ilícitas que perjudican el medioambiente.

En una extensa entrevista concedida a Listín Diario, el biólogo, profesor universitario, investigador y consultor ambiental Sixto J. Incháustegui nos ofrece su perspectiva sobre la situación actual y el impacto al medio ambiente, así como los efectos positivos y negativos tanto en el mundo como en el país.

“Estamos en el mundo de la información y de la desinformación porque desafortunadamente hay mucha gente con buenas intenciones, mientras que otros no y se dedican a difundir, no solamente ahora en la crisis del coronavirus si no desde antes, noticias falsas o incorrectas, entonces en ese sentido hay circulado algunos videítos como delfines en los canales de Venecia. Entonces eso es un punto de partida para abarcar este tema”, explica don Sixto.


IMPACTO POSITIVO Y NEGATIVO

Para entender lo que sucede, el también exdirector de la Escuela de Biología de la UASD pone el foco en primera instancia sobre los grandes centros urbanos del mundo y comenta cómo estos han tenido una disminución “casi radical” del transporte dependiente, aspecto que ha reducido la quema de combustibles fósiles.

A eso, agrega que las medidas como el paro laboral han llevado al cierre de muchas industrias que también se manejan en base a combustibles fósiles, lo que provocó una disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, lo que “puede resultar en un beneficio a la atmósfera”.

Dentro de estos beneficios, menciona que los impactos más inmediatos en el medio ambiente han sido la reducción de la contaminación del ruido y del aire.

“La contaminación por gases y partículas sólidas dispersas en el aire se ve de inmediato. Hay fotos o videos populares sobre regiones o ciudades donde se ve a diferencia con estos días o semana donde no ha habido casi ninguna o muy poca circulación de vehículos”.

Otro aspecto que destaca es que, ante las medidas de aislamiento, la basura en los hogares posiblemente se reduzca y esto a su vez disminuya la generación de las aguas residuales domésticas “por lo tanto, en ambos sentidos (contaminación y generación de basura) hay un impacto que se puede percibir en un tiempo relativamente corto”. 

No obstante, el biólogo se toma un momento para pensar y comenta que ese beneficio dependerá de que tanto tiempo transcurra: “Habría que ver datos, pero pienso que depende de cuánto tiempo dure esto, porque de dos a tres semanas o meses puede tener un impacto, pero no uno a gran escala”.

Para Incháustegui, aún es muy pronto para hablar de beneficios para el medioambiente a largo plazo dado que el tiempo transcurrido no recompone el daño hecho al mismo durante años.
En ese sentido, hace referencia al cambio climático y sus efectos que han sido provocados en gran medida por los gases de efecto invernadero y que mitigar estos daños tomaría años.

“Como se ha dicho por todos lados, parte de la crisis del cambio climático es que el impacto de los gases de efecto invernadero ya están en la atmósfera y se espera que durarían al menos 100 años. De manera que la mitigación del impacto de gases de efecto invernadero y al cambio climático y sus consecuencias es algo a una muy gran escala y todavía no estamos haciendo un impacto positivo mayor”, señala, al tiempo que hace la observación de que “ojalá que no lleguemos a durar tanto en esta crisis que pueda llegar a tener un impacto negativo en esa dirección”.

Cuando menciona la hipotética posibilidad de que continué esta pandemia, se traslada al país y habla sobre como esta situación podría convertirse en una crisis interna que afectaría los boques y la biodiversidad.


EFECTOS EN REPÚBLICA DOMINICANA

A pesar de destacar previamente que los efectos positivos como la reducción de la contaminación del aire y del ruido se puede observar en el país, así como que “nosotros no somos los que más emitimos gases de efecto invernadero”, Sixto Incháustegui señala que, en un hipotético colapso de ciertos sistemas, en estos momentos de pandemia, afectaría directamente al medio ambiente.

“Puede llegar un momento en que haya mucho requerimiento en la leña como combustible en la medida que ciertos sistemas se colapsen o se colapsaran. Si llegáramos ahí estamos reduciendo los efectos positivos, al contrario, porque vamos a aumentar la suma de quema de bosques que van a contribuir a los gases de efecto invernadero en la atmosfera y por tanto al cambio climático”, opina.

A esto, agrega otro aspecto estudiado durante los tiempos de calamidades y desastres, y es el descuido o la falta de vigilancia por parte de las autoridades a las áreas protegidas, a lo que le suma el condimento de las elecciones presidenciales.

“Nosotros estamos en períodos de elecciones presidenciales y eventualmente de cambio de período administrativo, independientemente de qué grupo o partido político ganara las elecciones, históricamente las autoridades se concentran más en las actividades políticas y hay personas que aprovechan que se debilita la parte de vigilancia y de protección para hacer actividades prohibidas como tumba de bosques o cacería de especies en peligro, entre otros. Ese también es otro factor que habría que ver en estos momentos de crisis de coronavirus, poca gente debe estar pendiente”, lamenta.

Es por esto que propone que se hagan sobrevuelos en las áreas protegidas, ya sea con helicópteros o con drones, así como que se mantengan los informes que realizan los guardaparques, sobre la situación de cada una.

Además, agradece y resalta la existencia de las redes sociales, las cuales considera juegan un papel importante dado que a través de estas las personas se mantienen haciendo denuncias o reportes sobre situaciones que afectan al medio ambiente.

“Vivimos un momento importante de la historia de la humanidad y de todo lo que es la vida humana en todas sus manifestaciones. Y dentro de eso, es necesario la presencia de personas que puedan estar vigilantes para tratar cualquier impacto mayor que pueda ser hecho por personas desaprensivos, porque al fin y cabo en algún momento esto va a pasar y sería otro impacto más negativo si tenemos grandes talas de bosque o grandes daños al medio ambiente”, concluyó el biólogo Sixto J. Incháustegui.