El Rafael Barias tiene cuatro “match points” como se dice en el tenis. Mauricio Báez debe jugar cuatro partidos con mentalidad de séptimo juego.

Ningún equipo ha regresado de un 0-2 en la historia de las finales del torneo de baloncesto superior distrital. Y mucho menos de un 0-3. Si alguno tiene el chance es el Mauricio Báez.

Los barianos disfrutan de una ventaja de 3-0 al entrar este viernes al cuarto desafío de la final… Pero no pueden descuidarse y dar el título por garantizado.

Si bien es cierto que el balance de victorias es desequilibrado, los partidos han sido luchados. Pero el “cerrar mal” ha afectado a los mauricianos, que buscan repetir tras barrer a los barianos el año pasado.

Una clave para los mauricianos será tratar de “detener” a Paris Bass, una encomienda muy difícil ya que con su habilidad, rapidez y tamaño es un enfrentamiento desfavorable para cualquier defensor.

Bass junto a la oportuna ofensiva de Tyrone Curnell y Manuel Fortuna, el juego en general de Eulis Báez, la combinación de armadores de Raymer Santana -que abre- y José Fortuna -que termina- y los aportes de Daniel de la Cruz y Juan Araujo han catapultado al equipo de Villa Consuelo.

El entrenador novato Joel Ramírez ha estado a la altura en la guerra de estrategias con el veterano Julio César Javier (Ayata). La ofensiva mauriciana no ha sido muy fluida. Salvo Branden Dawson, los demás necesitan el balón en las manos para producir.

Mauricio Báez no ha sacado provecho a su mayor profundidad -ya que son solo cinco los que juegan- y otra de sus ventajas, los hermanos Suero (Juan Miguel y Gerardo) han estado inconsistentes, aunque también hay que dar crédito a sus defensas.

El Rafael Barias no puede “dormirse en sus laureles”. Saben que su rival es muy peligroso. Debe salir a acabar la serie hoy.

Mauricio Báez debe entrar a la cancha con la consigna no de ganar cuatro seguidos si no “un juego cuatro veces”. Saben que no hay mañana. A disputar “cuatro séptimos partidos”.