A medida que las poblaciones mundiales envejecen, se observa como la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer aumenta rápidamente sin que los tratamientos existentes logren frenar esta progresión. Los principales estudios sobre esta enfermedad se centran principalmente en sus etapas iniciales o preclínicas, como la deterioro cognitiva subjetiva (DCS) y el deterioro cognitivo leve (DCL). Sin embargo, todavía está muy poco caracterizada y no existe ningún estudio neurofisiológico dedicado a su clasificación individual.

 

Los resultados obtenidos por un equipo multidisciplinar e internacional de científicos han concluido que la magnetoencefalografía podría ser una herramienta útil para distinguir a los individuos con deterioro cognitivo subjetivo y a los adultos mayores sanos sin preocupaciones cognitivas. “Nuestro clasificador mostró una buena validez externa, siendo exitoso no sólo para una muestra de DCS no vista, sino también en una población diferente con casos de DCL”, explica Stefan Walter, investigador del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la URJC y coautor del estudio.

 

La utilización de la técnica no invasiva de la magnetoencefalografía consiste en medir las corrientes magnéticas en nuestro cerebro, asociadas a la comunicación de las neuronas, para estudiar las relaciones entre las estructuras cerebrales y sus funciones.

 

Los hallazgos de esta investigación, publicados en la revista científica Alzheimer’s research & therapy, destacan las aplicaciones potenciales de estas técnicas electrofisiológicas para mejorar en la recogida de muestras a nivel individual y avanzar en la detección de la demencia preclínica.