Durante las últimas tres décadas se han descubierto casi 4.000 objetos análogos a planetas situados fuera del Sistema Solar –por eso se los denomina exoplanetas– y que orbitan estrellas aisladas. En tanto, a partir de 2011, con el satélite Kepler, de la agencia espacial estadounidense (la Nasa), fue posible observar los primeros exoplanetas que giran alrededor de sistemas binarios jóvenes compuestos por dos estrellas vivas, en cuyos núcleos aún se produce la quema hidrógeno.

 

Ahora, un grupo de astrónomos brasileños ha hallado las primeras evidencias acerca de la existencia de un exoplaneta que orbita alrededor de un sistema binario más antiguo o evolucionado, en el cual una de las dos estrellas está muerta.

 

Este estudio, producto de un posdoctorado y de una pasantía de investigación en el exterior, en ambos casos con beca de la Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo – FAPESP, se dio a conocer en The Astronomical Journal, una publicación de la Sociedad Americana de Astronomía.

 

“Logramos obtener indicios bastante sólidos de la existencia de un exoplaneta gigante, con una masa casi 13 veces mayor que la de Júpiter [el planeta más grande del Sistema Solar] en un sistema binario evolucionado, declaró Leonardo Andrade de Almeida, posdoctorando en la Universidad Federal de Río Grande do Norte (UFRN) y primer autor del estudio. El investigador realizó su posdoctorado en el Instituto de Astronomía, Geofísica y Ciencias Atmosféricas de la Universidad de São Paulo (IAG-USP) bajo la supervisión del profesor Augusto Damineli, también autor del estudio.

 

Los científicos encontraron señales de la existencia de un exoplaneta en un sistema binario evolucionado de nombre KIC10544976, ubicado en la constelación de Cygnus, en el hemisferio celeste norte, mediante el análisis de distintas pistas. Una de ellas fue el efecto de la variación del instante del eclipse.