Las personas obesas y con diabetes mellitus tipo 2 son más propensas a contraer enfermedades infecciosas, pues ambos estados afectan al sistema inmunológico, lo que abre el camino hacia un mayor riesgo de sufrir infecciones. Pero lo que no se sabía era cuál sería el mecanismo inherente a esta merma de las defensas del sistema inmunológico en obesos y diabéticos.

Ahora, en el marco de un estudio realizado en el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de São Paulo (ICB-USP), en Brasil, se ha demostrado que la mayor propensión de obesos y diabéticos tipo 2 a contraer enfermedades infecciosas está relacionada con alteraciones en los neutrófilos, un tipo de leucocitos. Son células que forman parte del sistema inmunológico y de la respuesta inflamatoria, y son las primeras que reaccionan ante la presencia de un agente invasor en el organismo.

Este trabajo, cuyos resultados se publicaron en Scientific Reports, una revista del grupo Nature, es producto del proyecto doctoral del bioquímico Wilson Mitsuo Tatagiba Kuwabara y se realizó bajo la supervisión de la bióloga Tatiana Carolina Alba-Loureiro, actualmente en la Universidade Cruzeiro do Sul (Unicsul).

Este estudio se realizó en el ICB-USP, en el antiguo laboratorio del profesor Rui Curi, quien actualmente trabaja en el Instituto Butantan y en la Unicsul.

“El trabajo del Wilson Kuwabara tiene una gran relevancia, pues demuestra que las condiciones de resistencia a la insulina, lo que denominamos síndrome metabólico, están ligadas a una alteración importante en los neutrófilos. E indica también que esta alteración puede estar en el origen de la susceptibilidad que los obesos y los diabéticos tipo 2 muestran con relación a los procesos infecciosos», dijo Curi.

Kuwabara recuerda que hasta ahora no se conocía el mecanismo por el cual los obesos y los diabéticos se encuentran más vulnerables al agravamiento de las enfermedades infecciosas. “Encontramos la respuesta al investigar en los neutrófilos qué sucede con la proteína receptora de membrana TLR4 cuando ésta reconoce a la toxina LPS de los patógenos invasores”, dijo.

Los receptores tipo Toll (del inglés toll-like receptors, o TLR) constituyen una familia de proteínas que forman parte de las células del sistema inmunológico. Un mecanismo que lleva a las células del sistema inmunológico a desarrollar una menor capacidad de combatir a los microorganismos es la activación perjudicada del TLR4.

«El TLR4 es un receptor de membrana, es decir que existe en la membrana externa de la mayoría de las células del organismo. Pero su rol principal se activa en las células del sistema inmunológico. Al entrar en contacto con patógenos invasores, el TLR4 desencadena la respuesta inmunitaria del organismo», dijo Kuwabara.

El TLR4 se activa cuando entra en contacto con bacterias gramnegativas. Más específicamente, la activación del TLR4 se produce cuando éste reconoce en la membrana externa de las bacterias gramnegativas una toxina llamada lipopolisacárido (LPS). Cuando esto sucede, el TLR4 le indica al organismo que debe aumentar la producción de sustancias inflamatorias y ayuda así en el combate contra los microorganismos invasores. El LPS es una endotoxina soluble y puede también hallársela en el torrente sanguíneo de las personas infectadas.

 

Las bacterias gramnegativas se ubican entre las principales causas de enfermedades tales como la clamidiasis, la brucelosis, la salmonelosis, la meningitis, el cólera, la sífilis y la peste bubónica, entre muchas otras enfermedades infecciosas graves.